La década comprendida entre los años 1920 y 1930 despierta una intensa fascinación entre investigadores de diversas disciplinas preocupadas por el entendimiento del siglo XX peruano. En esos años, el país no sólo entró de lleno en las dinámicas y paradigmas del siglo corto; también se desarrolló uno de los proyectos modernizadores truncos de los muchos que ha tenido el Perú a lo largo de su historia. Durante este periodo, aparecieron proyectos políticos realmente originales, con una articulación nacional, y se produjeron debates sobre casi todos los aspectos de la vida y la política de su tiempo, en medio del surgimiento de vanguardias culturales y del desarrollo de nuevas tecnologías de entretenimiento. La sociedad peruana se transformó a un ritmo vertiginoso.
Constatar dichas transformaciones no siempre ha sido tarea fácil. Por una parte, la información contenida en los documentos tradicionales no siempre refleja la dimensión real del cambio que se dio en los imaginarios de una sociedad. A veces es mejor entenderlos como una zona gris de la realidad, un área de conflicto y de contradicciones. Es allí, no en la manera en que somos sino en la manera en que nos pensamos como sociedad, donde en ocasiones el investigador encuentra la información más esclarecedora y las interpretaciones más originales. El análisis de la vida cotidiana, las costumbres populares, las vanguardias literarias y el cinematógrafo brindan información que precisamente ocultan las fuentes tradicionales, cargadas de estructuras de control y poder.
El libro de Mónica Delgado, María Wiesse en Amauta. Los orígenes de la crítica de cine en el Perú, es un valioso aporte a uno de los aspectos menos estudiados de la primera mitad del siglo XX peruano. Me refiero al análisis de las mentalidades que se construyeron en los debates alrededor de las revistas culturales de la época, específicamente alrededor del cine y en particular de la crítica de cine como género literario. Delgado aborda esta investigación a través de la mirada de María Wiesse, una mujer intelectual de clase alta. La puesta en valor del personaje es uno de los logros del libro, pues a diferencia de Magda Portal o de María Jesús Alvarado, la figura de Wiesse había sido considerada menor. El texto de Delgado es un paso necesario que revierte esa situación.
El libro, que incluye como núcleo la tesis de la autora (UNMSM, 2014), tiene como objetivos “difundir la multiplicidad de la labor de Wiesse […], resaltar su aporte al diseño de una historia de la crítica de cine en el Perú […] e indagar sobre las estructuras que dan cuenta de cómo se perciben los valores culturales” (p. 22). El argumento central es que los textos de Wiesse “revelan su visión del cine como elemento de importancia para acceder a un ideal superior de vida […], ofrecen pistas para describir algunos aspectos contradictorios sobre la percepción del cine dentro de la figura misma del intelectual […] y reflejan el tránsito difícil hacia lo nuevo en el contexto de las vanguardias históricas y del surgimiento del cine de Hollywood como industria” (p. 23).
El argumento se desglosa en cuatro partes y un anexo facsimilar. El primer capítulo, “El cine como amenaza: contextos de reconstrucción”, desarrolla la irrupción del cine como objeto de modernidad y las resistencias que despierta su masificación. La autora constata que, más que un arte contemplativo, el cine fue un campo de batalla en el cual Wiesse participó activamente. En el segundo capítulo, “El periodismo cinematográfico en los tiempos de Amauta”, la autora reseña cómo el cine fue ganando un espacio en el mundo de las letras a través de revistas como Variedades o Amauta, narrando la evolución de la crítica cinematográfica desde sus inicios descriptivos hacia una perspectiva analítica, delimitada literariamente y relacionada con los fenómenos sociopolíticos. En el tercer capítulo, “El proyecto de cinema de María Wiesse”, Delgado profundiza en los textos de Wiesse, no sólo en los que escribió bajo el título “Cinema”, sino en toda su producción en Amauta (desde 1926), pasando por los debates que tuvo con Mariátegui y los conflictos provenientes de sus propias ideas, sus prejuicios de clase y su concepción del feminismo. El capítulo cuarto, “La mirada vigilante: un cine para madres y niños”, se detiene en un proyecto específico de Wiesse, un corpus de textos que se distinguen del resto porque en ellos la intelectual desarrolla una mirada cohesionada sobre la función educativa del cine para sectores subalternos de la sociedad. El anexo facsimilar contiene una selección de artículos de crítica cinematográfica que Wiesse publicó en Amauta.
El libro de Mónica Delgado es mucho más que un estudio de una escritora de los años veinte. A través de sus páginas, la autora construye contextos históricos detallados y dinámicos, disgrega las mentalidades de la época con especial énfasis en las contradicciones propias de un proceso de modernización violento, elabora perfiles biográficos precisos y dialoga con su objeto de estudio de un modo frontal sin temor a los matices, de modo que no existen personajes unidimensionales o acartonados. Sobre todo, María Wiesse en Amauta es un excelente estudio de las mentalidades y los debates sobre el feminismo de la década de 1920, sobre las ideas políticas y los temores propios de una mujer de clase alta cuyo mundo tradicional cambia -se derrumba- frente a sus ojos. El enfoque de género que utiliza la autora no sólo renueva el debate con otros investigadores del periodo, sino que establece un nuevo estándar ineludible para cualquier especialista que desee entender la época. El texto de Delgado también contiene un análisis sobresaliente sobre el cine, sus alcances y su impacto en el Perú de hace un siglo.
Más allá de los aportes, el libro podría articular de mejor manera varios de sus temas a través de sus capítulos, sobre todo el tercer capítulo con los dos anteriores. Otro punto que notar es que el objeto de estudio aparece tarde, recién en el tercer capítulo, mientras que la profundidad del análisis y las ideas más provocadoras del libro se encuentran en los dos primeros capítulos. Al final del libro hay una lista con las referencias bibliográficas de todos los textos de María Wiesse que es de mucha utilidad. Lamentablemente, el anexo facsimilar no ha sido debidamente editado y las páginas de Amauta allí presentes no tienen referencias básicas que permitan su rápida identificación. Más allá de eso, es un acierto haber incorporado estas herramientas de investigación.
En síntesis, el libro de Mónica Delgado es una importante puesta en valor de la figura de María Wiesse, una gran contribución al entendimiento del cine como vehículo de modernidad en el Perú de inicios del siglo XX y un merecido reconocimiento al aporte de las mujeres en la cultura, la intelectualidad y las mentalidades de nuestra sociedad.
Mónica Delgado, María Wiesse en Amauta. Los orígenes de la crítica de cine en el Perú. Lima: Gafas Moradas, 2020.
29.11.2020