Una vida revolucionaria

Mercedes Crisóstomo

La literatura sobre la participación de las mujeres de distintas procedencias sociales y geográficas en movimientos revolucionarios del siglo XX en América Latina y el Caribe es vasta. Desde distintas disciplinas se ha analizado los objetivos, roles y acciones de las mujeres que los idearon e intentaron poner en marcha. Igualmente, esta literatura ha examinado las consecuencias y legados de esa participación en los planos sociales, políticos, personales y comunales. El libro de la historiadora británica Tanya Harmer, titulado Beatriz Allende. Una vida revolutionaria en la Guerra Fría en América Latina, contribuye significativamente a este corpus literario.

Beatriz Ximena Allende Bussi (1942-1977) fue la segunda de las tres hijas de Salvador Allende y Hortensia Bussi, quienes formaron una familia de clase media con una fuerte tradición de militancia de izquierda en Santiago de Chile. Paralelamente a sus estudios de medicina y posteriormente a su trabajo en salud pública como pediatra en las barriadas de Concepción, Beatriz participó en el Partido Socialista y en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Cuando su padre, representando la Unidad Popular, fue elegido presidente de Chile en septiembre de 1970, Beatriz abandonó la medicina para dedicarse a tiempo completo a trabajar como su asistente personal. Sin embargo, la transición pacífica y democrática al socialismo o la llamada “vía chilena al socialismo”, la sólida democracia constitucional chilena, así como la vida misma de Salvador Allende llegaron a su fin el 11 de septiembre de 1973, cuando el general Augusto Pinochet dio un golpe de estado. El gobierno dictatorial de Pinochet (1973-1990) conllevó diecisiete años de prácticas sistemáticas de represión, tortura, desapariciones forzadas y exilio. Beatriz se exilió en Cuba, junto a su segundo esposo (el cubano Luis Fernández Oña) y sus dos hijos. Desde allí, organizó campañas internacionales de solidaridad con Chile y en contra de la dictadura pinochetista. Harmer explica que el fin del proyecto revolucionario por el que Beatriz había trabajado y la fallida insurgencia armada durante la dictadura pinochetista, sumados a la muerte de su padre y de decenas de militantes, la ruptura de su matrimonio, las barreras que le impidieron ejercer la medicina en el exilio, las desilusiones con su partido político y los conflictos en las campañas de solidaridad le ocasionaron una crisis de depresión. Beatriz decidió quitarse la vida, a los 35 años, el 11 de octubre de 1977.

Al dar cuenta de la biografía de Beatriz Allende, el libro de Tanya Harmer contribuye a los esfuerzos por visibilizar los roles históricos y políticos de las mujeres y, además, brinda elementos teóricos, políticos y metodológicos para pensar e investigar las izquierdas latinoamericanas, las relaciones de género en la política y la participación política de las mujeres. Al destacar la trayectoria personal y política de Beatriz Allende, Harmer no sólo amplía nuestro conocimiento sobre sus ideales revolucionarios y dinámicas sociales y personales, sino que también nos permite comprender los anhelos, paradojas, contradicciones y conflictos de las generaciones revolucionarias que se consolidaron en América Latina y el Caribe durante el siglo XX. Este libro es el resultado de un trabajo de investigación, el cual comprende la correspondencia personal de Beatriz Allende, y de recolección de historias orales y entrevistas con exmilitantes, amigos, amigas y familiares de Beatriz Allende en siete países y durante diez años. En contraste con biografías previas que representan a Beatriz Allende como víctima de sus circunstancias e incluso débil y emocional, Harmer destaca el papel protagónico de Beatriz en la historia chilena y latinoamericana.

Beatriz Allende. Una vida revolucionaria en la Guerra Fría en América Latina está organizado en una introducción, diez capítulos que siguen una secuencia cronológica y un epílogo. En los capítulos 1, 2 y 3, la autora analiza los inicios y la consolidación de la militancia revolucionaria de Beatriz Allende. En los capítulos 4, 5 y 6 examina el proceso de radicalización que atravesó a partir de su ingreso a la universidad, su trabajo como pediatra en las barriadas de Concepción y Santiago, su viaje a Cuba en 1967, los inicios de su trabajo clandestino en Chile y como agente encubierta en Bolivia. Los capítulos 7 y 8 muestran la experiencia de Beatriz en la campaña electoral, el gobierno, el derrocamiento y la muerte de su padre. Finalmente, Harmer analiza el exilio de Beatriz en Cuba, donde trabajó en campañas de solidaridad con Chile (capítulo 9) y sus diversas decepciones políticas y personales (capítulo 10).

Harmer señala cuatro principales contribuciones de su investigación. En primer lugar, establece que su libro analiza desde una perspectiva de largo plazo la politización y radicalización que la juventud chilena y latinoamericana experimentó en las décadas de 1960 y 1970. Luego, resalta el “impulso por el cambio” de la “juventud revolucionaria”, como consecuencia de los cambios demográficos, los proyectos modernizantes y el cuestionamiento de prácticas hegemónicas y autoritarias, así como de la influencia de la Revolución Cubana. La autora muestra cómo la trayectoria de Beatriz Allende devela los desenlaces, muchas veces trágicos, en que generaciones de latinoamericanos y latinoamericanas fueron marcados por ideologías, discursos y políticas elaboradas según la atmósfera extremadamente polarizada de la Guerra Fría. Adicionalmente, el libro ahonda en el conocimiento de la izquierda latinoamericana, sus diferencias y conflictos. Finalmente, Harmer señala que su libro visibiliza la participación de las mujeres en los proyectos revolucionarios.

Además de estas contribuciones, identifico otros cuatro aportes significativos. En primer lugar, esta investigación analiza el impacto de la socialización temprana en política. Autores como Brauen y Harmon, por ejemplo, resaltan que la socialización política en la familia, la escuela y la universidad hacen que aquella sea duradera y sólida. En segundo lugar, al mostrar la participación política de las mujeres, Harmer no solo visibiliza sus roles protagónicos en la política, sino que, en este ejercicio, da a conocer facetas distintas de las dinámicas internas de los partidos y alianzas políticas, estrategias militares y acciones de solidaridad. El libro también discute y da a conocer las dificultades que existen para investigar la militancia de las mujeres en los proyectos revolucionarios, marcados por la clandestinidad, el predominio de narrativas masculinas heroicas y la exclusión del papel jugado por las mujeres. Mostrando la utilidad de la investigación en archivos en conjunción con la historia oral, Harmer logra situar a Beatriz Allende como protagonista de la historia latinoamericana reciente.

Finalmente, el libro contribuye a la producción de biografías sobre figuras políticas latinoamericanas.1 En este caso, la biografía, a diferencia de la historia social, política, cultural o intelectual, permite, por un lado, mostrar, y, por otro lado, comprender las dinámicas de la izquierda latinoamericana y de sus actores y actoras situándolos en sus contextos sociales, económicos y políticos plurales. La biografía permite entender cómo los individuos no solo fueron influidos y marcados por estos contextos sino también cómo respondieron; es decir, comprender y situar las múltiples dimensiones de la agencia de las personas como Beatriz Allende y su opción política por el cambio y la justicia social. En resumen, el trabajo de Harmer constituye un aporte a la historiografía latinoamericana tanto en sus hallazgos cuanto en sus métodos de análisis y en la agenda de investigación que propone: seguir indagando, analizando y visibilizando los roles diversos de las mujeres en la historia latinoamericana. Por lo mismo, sería deseable su publicación en español.

Bibliografía

Brauen, Marsha, and Kathryn Newcomer Harmon. ‘Political Socialization: A Topical Bibliography’. Youth & Society 8, no. 3 (1 March 1977): 299–320.

Sippial, Tiffany. Celia Sánchez Manduley: The Life and Legacy of a Cuban Revolutionary. Envisioning Cuba. Chapel Hill: The University of North Carolina Press, 2021.


Tanya Harmer, Beatriz Allende: A Revolutionary Life in Cold War Latin America. Chapel Hill: University of North Carolina Press, 2020. 384 pp.

Notas

  1. Otra excepción a la relativa falta de biografías de mujeres latinoamericanas revolucionarias es el libro de Tiffany Sippial sobre la cubana Celia Sánchez

30.04.2023


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